EL RECTÁNGULO AÚREO
Dándole vueltas, he llegado a lo que será la idea de partida del cuadro. Una vez establecida la idea en el primer boceto que colgué el otro día, el siguiente paso es trazar un rectángulo proporcional al lienzo para hacer la armadura y el esquema de tonos.
LA ARMADURA
- La división aúrea del rectángulo: Ya que tenemos un rectángulo aúreo, vamos a aprovechar esta división especial. Si cortamos el lienzo con una línea vertical, tal que a un lado quede un cuadrado, el rectángulo restante será semejante al rectángulo del lienzo. Sobre esta división cae la cabeza de John Rabe y la esquina del edificio. Esta división entre el cielo y la pared va a ser una zona de fuerte contraste y creo que quedará bien situarla ahí.
- División del lado horizontal en 4 partes iguales: Sobre estas divisiones caen, respectivamente, la bola de la bandera, la mano y la rodilla de Rabe, la división de los dos muretes de la escalera y el quicio de la puerta.
- División del lado vertical en tres partes iguales: Sobre estas líneas caen los hombros de Rabe, la cabeza de la mujer, la línea del horizonte y los bordes superiores de los muretes. Sin embargo, quizá la línea más importante del cuadro también depende de esta división, esa que une la primera división del tercio en el lado izquierdo con la segunda en el lado derecho (ver en el dibujo, la línea oblicua marcada en rojo) y que es la que sigue el mástil de la bandera.
Al situar la línea del horizonte tan baja, a la altura del pie elevado de Rabe, la figura de éste la vemos ligeramente desde abajo, dándole un mayor aire de dignidad.
LOS PERSONAJES
John Rabe es el héroe del cuadro. Su cabeza es la que está más alta y el centro de su pecho está en la intersección de la división aúrea horizontal (línea vertical roja) y la primera división en tercios horizontal. Rabe es la figura que divide el cuadro: de un lado, los soldados japoneses; del otro, las víctimas a las que pretenden agredir. De esta forma, Rabe se convierte en la última protección de los habitantes de Nanjing.

Las mujeres
Las mujeres fueron, quizá, quienes sufrieron los peores episodios de la Gran Masacre. El plan es representar a tres de ellas, un poco en la forma en que se suele presentar a los mártires en los cuadros religiosos de la época barroca.

El suboficial japonés
El mando japonés desenvaina su katana y apunta a Rabe con una pistola. Durante la invasión de China, la espada japonesa fue un instrumento de ejecución, y no de combate. A estas alturas, estoy dudando si pintarla manchada de sangre o no. El significado cambia, porque, manchada de sangre, significaría que el suboficial ha estado ejecutando prisioneros y viene a por más (nadie guarda una katana sin limpiarle antes la sangre), mientras que, estando limpia, significaría que acaba de desenvainarla en un gesto de amenaza contra Rabe.

Los soldados japoneses
Durante la invasión de Nanjing, uno de los oficiales de alto rango escribió en una carta que temía que sus tropas fueran, por entonces, las más indisciplinadas del mundo. Esto quiero reflejarlo en la actitud indolente de los soldados. También es una referencia a que muchas de estos asaltos no eran una búsqueda real de prisioneros, sino expediciones en busca de mujeres llevadas a cabo por los soldados según su propio criterio.
En el próximo post hablaré un poco sobre el esquema de tonos y empezaré a establecer los colores. Espero que os haya gustado.
Un saludo a todos.
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